La boda de Rubén y Silvia en Estella/lizarra, Navarra
Elegantes Primavera Blanco 3 profesionales
R&S
24 May, 2014El día de nuestra boda
Crónica de una boda anunciada.
Sé que todo el mundo comienza igual, pero qué decir, ¡¡más que la verdad!! Así que sí, ese día fue el día más bonito, feliz y más importante de toda mi vida (aunque espero que vengan otros si no como este parecidos).
A pesar de que ha pasado más de un mes me siguen viniendo sin querer, sucesivos momentos porque fue un día lleno de emotividad y cariño, conexión entre mi marido y yo (por supuesto) pero a la vez con nuestros respectivos padres y además entre los 6 y las fotos que pondré a continuación son las testigos de ello.
Me levanté temprano por los nervios jeje (pero nervios buenos) porque no quería más que ver al que sería mi futuro marido en el altar. ¡El ansiado momento ya había llegado!, y para el punto de la mañana desayuné y luego me duché.
Mi querida mami fue mi peluquera (porque realmente este es su oficio claro), y mientras estaba haciendo mi recogido los fotógrafos (pasando desapercibidos) sacaron fotos súper chulas de mi vestido, mi ramo, nuestras alianzas y arras por las diferentes partes de mi casa.
Seguir leyendo »Cuando mi madre estaba terminando llegó mi tía (su hermana), y ella me maquilló, y como la cosa va de oficios mi tía es esteticién, jeje así que todo queda en casa, para mi un lujazo y no podía haber tenido un equipo mejor.
Soy muy puntual así que, un cuarto de hora antes de empezar la ceremonia, salí del brazo de mi padre por la calle hasta llegar al coche que nos estaba esperando. En este caso, conducía otro tío mío, ya os digo, un lujazo poder contar con los tuyos. Me pudieron haber recogido en la puerta de mi casa pero por circunstancias no pudo ser así por lo que a mi padre le hizo el doble de ilusión llevarme durante ese ratito, y mientras llegábamos la gente gritaba ¡que viva la novia! Jejeje, así que fue muy divertido.
Ya llegando a la iglesia San Miguel de Estella, vi a mi futuro marido intentando que la gente se metiera dentro (este fue mi único deseo expreso) y obedecieron bien la verdad, cosa que agradecí.
Salimos del coche y el corazón a mil por hora de felicidad. Nos acercamos a la Iglesia y una vez más, mi padre hace el paseíllo conmigo y me lleva hasta el altar. Y ahí estaba mi chico, sonriendo, como solo él sabe hacer y supe que toda la espera de esta vida, había merecido la pena.
Mientras duró la ceremonia fue muy difícil reprimirse las lágrimas por lo que también hay fotos de casi todos nosotros llorando jejeje incluso el cura dijo por el micrófono: Rubén hijo mío puedes parar de llorar. Y la gente se echó a reír, ¡¡no era para menos!!
Durante El Padre Nuestro los 6, si sí los 6, porque yo quería que participaran los 4 padres, nada de dejar a los co-padrinos a un lado, nos dimos la mano, hecho que el cura calificó también en voz alta de bonito e inusual.
Finaliza la misa y después de darnos infinitos besos y abrazos con todo el mundo salimos de la Iglesia y nos reciben con pétalos de rosa, hecho del que se encargaron mis sobrinos y los hijos de todas mis primas, fue muy bonito, ay mis niños guapos jejeje.
Seguidamente, los recién casados nos escapamos media horita de reloj para hacernos unas fotillos con los profesionales y volvimos aún para poder seguir disfrutando de los aperitivos (de los que todos nos hablaron maravillas), éstos, fueron en un jardín con vistas al monte llamado Montejurra y el tiempo nos acompañó porque no llovió e hizo muy buena temperatura hasta justo entrar al salón.
Entramos al salón con la canción “Feo, fuerte y formal” de Loquillo, que yo soy muy rockera jeje y como no llegamos a un acuerdo para poner Elvis, pues esta era muy de los dos. Todos viendo a los recién casados, nos brindaron dos copas de cava y dimos las gracias y nos dirigimos a nuestra mesa.
Dicen que las novias (pobres) no comen nada, pues el día de mi boda estaba todo tan rico y estaba yo tan siendo yo y tan relajada y yo misma que me lo comí todo, y mi chico repitió solomillo y torrija de postre jejeje, ¡ah y mi suegro repitió bogavante dos veces!
Una comida espectacular, de un 10, y no es que lo diga yo, es que nos felicitaron de todas partes, hubo llamadas hasta para felicitar al director de semejante orquesta de catering.
Todo salió a pedir de boca, ¡¡y creo que si lo intento hacer mejor no me sale!! Para mí como os digo, fue un día perfecto en el que disfruté como una auténtica enana jejejeje. Por lo que me volvería a casar una y mil veces más con mi marido.
Durante el banquete, dimos muchas sorpresillas, a mis dos abuelas les regalamos un ramo al que acompañaba la canción “I did it my way” de Frank Sinatra, les hicimos partícipes y muy felices durante “su momento” ya que muchas veces nos olvidamos de ellos/as y son los padres de nuestros padres. También de este momentazo hay fotos.
Personalmente, a mi abuela (paterna) nunca la he visto tan feliz y después de haber pasado este tiempo me sigue diciendo lo bonita que fue la boda y lo guapa que estaba la novia jejeje.
Además, repartimos por cada invitado, una tarjeta solidaria de Intermón Oxfam que gustaron mucho. Mi suegra, estaba preocupada porque la gente de su pueblo, según creía, preferían “titadas” pero nos sorprendió gratamente que estas mismas personas nos transmitieran personalmente lo mucho que les gustó nuestro detalle. ¡¡Así que todos felices!!
El muñequito de la tarta fue para uno de los dos mejores amigos de mi marido, y no se lo esperaba, así que, su carcajada fue sonora. Hoy día, lo tiene puesto en su salón, junto con la foto de sus hermanos, por lo que nos hace tremenda ilusión.
Para la gente que se casa este año también tuvimos un pequeño detalle solidario y para mis dos mejores amigas, a una a punto de dar a luz le regalé cositas para su futuro bebé Haizea y para la otra, mi ramo, y lloramos y nos abrazamos y volvimos a llorar y fue un momento súper bonito.
Los detalles, para mí, no tienen precio y nos esmeramos muy mucho en cuidarlos , así que todo el mundo tuvo sitio y lugar en nuestro enlace, los niños tuvieron a un mago que además les hacía globos y les pintaba la cara, y los padres felices claro, ¡hasta le lanzaban besos!
El día anterior todos los que llegaban a Estella fueron invitados a cenar en el mismo bar donde se hizo la recena, y el domingo a los que se quedaron en nuestro hotel también se les invitó a desayunar.
Nuestros padres hicieron un gran esfuerzo económicamente hablando pero quedaron tan satisfechos que nos cuentan que por supuesto ha merecido la pena porque todo el mundo les habló de lo bien que lo pasaron, lo a gusto que estuvieron y lo felices que se nos veía por lo que no podemos tener más gozo en el alma.
La música fue un repertorio pensado para todo el mundo, The Cure “Love song” en honor a mi tío fallecido, Lalo Rodríguez “Devórame otra vez” para mis amigas, Frank Sinatra (I did it my way ) para las abuelas y un sin fin de canciones que elegimos entre mi chico y yo, así que, cuando no saltaba uno, lo hacía el otro. ¡¡Y los niños no se querían ir jejeje!!
Repartidos los regalitos abrimos el baile con una canción preciosa, una de Otis Redding que se llama “I've Been Loving You Too Long” y ese también fue nuestro momento más íntimo y especial en el que estuvimos “solos”, él y yo.
El baile pasó de lo más divertido, pero también hubo llanto ya que puse rancheras antiguas, y canciones de María Dolores Pradera que desde que yo recuerde escuchaba en el coche con mis padres cada vez que íbamos a Estella o hacíamos cualquier viaje. Y las tengo muy bien guardadas dentro del corazón y cada vez que las escucho no puedo evitar que al igual que todas las canciones seleccionadas con mimo para este gran día me pongan los pelos como escarpias.
Y como todo llega y todo pasa, el baile acabó (oohhhh!!) y abandonamos en buses el hotel donde se había celebrado la comida para irnos todos juntos a un bar de Estella donde hubo recena y nuevamente barra libre, a partir de aquí ya fue todo un no parar ¡jaja!
No tengo más que agradecimientos a todo el mundo que lloró, rio, participó y se molestó en venir a acompañarnos en el día más importante y feliz de nuestras vidas, sin ellos no hubiera sido posible. Así lo quisimos dejar reflejado en una frase en la portada y en el final del Libro de visitas, con muchas fotos nuestras desde bebés hasta la actualidad que la gente nos dedicó.
Me sentí arropada en todo momento y feliz, inmensamente feliz por lo que doy gracias a Dios todos los días de mi vida.
Es una experiencia única en la vida y la recomiendo a todo el mundo, animaros porque es para vivirlo en primera persona, todo lo que os puedan contar es poco, y cada persona es un mundo, así que atreveros a sentirlo en vuestra propia piel, y ya nos contaréis.
Y aquí termina grosso modo la crónica de esta boda tan anunciada jeje.
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