La boda de Raúl y Marina en Sant Vicenç De Montalt, Barcelona
De noche Verano Rosa 7 profesionales
R&M
23 Jun, 2017El día de nuestra boda
La verdad es que hay muchos momentos de mi boda que no recuerdo porque son tantos los nervios que hay muchas cosas que te pasan por alto. Y aunque mientras lo preparas todo crees que ese día vas a estar pendiente de todo, es mentira.
Ese día estás tan nerviosa que hasta que no pasa la ceremonia no te relajas. Y después estás tan pendiente de pasarlo bien que te olvidas de todo lo demás.
Mi boda empezó la noche antes de nuestro gran día. Raúl, mi marido, organizó una fiesta “pre-wedding” sorpresa. Y cuando iba a nuestro piso a recoger las últimas cosas para ir a casa de mis padres a pasar la noche, me encontré en mi terraza a mucha gente y un grupo de flamenco que nada más entrar empezó a entonar nuestra canción. En ese momento me quedé totalmente fuera de juego, porque a mí, doña “lo tengo todo controlado”, se me había pasado por alto esto.
Fue tan bonito, tan especial, que ya se empezaba a respirar el ambiente de boda del día siguiente. Esa noche la pasé en casa con mis padres, mi hermana y mi mejor amiga que había venido desde México para pasar este día conmigo. Estuvimos hablando hasta las tantas de cómo sería todo. La verdad que dormimos muy poco, porque entre mis nervios y su jet lag...
Seguir leyendo »Al día siguiente nos fuimos a la peluquería y lo recuerdo como uno de los momentos más divertidos. Allí estábamos mi hermana, mi madre, mi mejor amiga y parte de mis damas de honor. Una “pre-fiesta” en toda regla.
En mi casa, al volver de la peluquería, viví uno de los momentos más especiales cuando mi primo me trajo el ramo. Me leyó un escrito que me hizo llorar muchísimo. Él es de pocas palabras, pero ese día supo llegarme al corazón.
Después llegaron mis damas de honor, ¡preciosas! ¡Les entregué un ramo réplica del mío y ellas tuvieron unas palabras para mí tan bonitas!
Al llegar a Can Marial, se calmaron los nervios. Ya estaba allí, ya había llegado el día. Y mientras iba del brazo de mi padre, sonaba “I can't stop falling in love” de Elvis Presley. Su canción favorita, no podía ser otra. Él estaba tan sonriente, tan emocionado de llevar a su hija pequeña al altar.
Recuerdo ese camino tan claramente, viendo a todos los invitados y lo guapos que estaban todos. Es tan especial saber que toda esa gente está ahí por ti, porque te quiere...
Y al fondo, él, mi todavía novio. Emocionado, emocionadísimo diría yo. Y al llegar mi padre y él se fundieron en un gran abrazo que hizo que todo el mundo aplaudiera. La ceremonia fue muy bonita, porque el mosén, lejos de dar un sermón, habló del amor, del respeto y el cariño.
Y empezó la fiesta. Antes de entrar al salón, mientras entraban los invitados, sonaba “Mujeres de las mil batallas” de Manuel Carrrasco. Y al sentarse los invitados lo entendieron. Nuestro detalle para ellos eran unas pulseras contra el cáncer de mama. Y es que nuestra boda está repleta de rosa porque hace unos años, mi madre padeció dos canceres de mama y esta era nuestra manera de solidarizarnos con todas esas mujeres que diariamente pasan por esta enfermedad.
Al sentarnos, empezó a sonar la música de “Despacito” de Luis Fonsi y nosotros nos miramos porque no sabíamos de qué iba la historia. De repente una mesa se puso en pie y empezó a entonar una letra que nada tenía que ver con la original. Era una canción por y para nosotros que reflejaba nuestra historia de amor. Y cuando se sentaba una mesa, se levantaba otra. Y creedme que fue tan emotivo ver que todos los invitados se habían implicado en aprenderse la letra y cantarla para nosotros. Fue tan, tan bonito que aún me emociono al recordarlo.
Todo el convite fue un continuo goteo de sorpresas. Mi hermana y mi cuñado haciendo un monólogo sobre nuestras infancias. Un puzle humano con una de las frases de nuestra canción. Un vídeo de los amigos del novio. Un vídeo super sorpresa con un mensaje de mi artista favorito que aún estoy en shock. (Evidentemente no puedo decir de quién era porque nos pidió por favor que no lo hiciéramos público). Después nosotros, sorprendimos a nuestros invitados con un Same Day Edit con mensajes a nuestros padres, hermanos y amigos donde toda la boda lloró. Y para finalizar, nuestro primer baile fue una bachata a la luz de las estrellas que finalizó con una suelta de globos de luz donde todos pedimos un deseo y donde yo por supuesto, pedí salud para todos.
Y así fue nuestro día. Lleno de emociones y sorpresas. Tal y como nosotros queríamos.
Servicios y Profesionales de la Boda de Raúl y Marina
Otros Proveedores
Otras bodas en Can Marial
Ver todas
Otras bodas en Barcelona
Ver todas
Inspírate con estas bodas
Deja tu comentario