La boda de Noelia Dávila Dávila y José Carlos González López en Vejer De La Frontera, Cádiz

La ceremonia estuvo genial, (ni muy larga, ni muy corta) y el cura la hizo muy amena. Vino un coro de Chiclana, que lo hicieron de lujo. A la salida estaban todos esperando, nosotros preparamos arroz, pero mis colegas estaban esperando con 20kg de pasta. Fue una locura, pero estuvo genial, después de un poco de charla y algunas fotos, nos hicimos fotos con el fotógrafo por casi todo Vejer y cuando terminamos nos fuimos para el convite.

Del camino de Vejer al El Romedal estuvimos charlando con el chófer del coche (un chaval de 10, profesional y simpático), a la entrada de El Romedal nos esperaba Carlos (También de 10), le abrí la puerta a ya mi mujer e hicimos un brindis, luego entre charlas, fotos, bebidas y comidas se nos fue una hora volando. Todos los invitados entraron y luego nos tocó a nosotros, fue muy emocionante como nos recibieron y empezó la cena, tras varios platos de presentación la cena ya estaba casi lista y empezamos a dar los regalitos, tras estos nos tenían varias sorpresas, cartas, flores, regalos y un vídeo.

Luego tuvimos el baile y tras varias semanas de ensayo y error salió de escándalo, como sí hubiéramos dado clases. Empezó la barra libre y la música, la música corrió a mano de Roberto Montiel, (joven pero muy competente, de Chiclana), tras una hora y algo empezó la hora de poner las ligas, llamaba a las amigas de mi mujer con una frase sobre ellas, lo clavé porque quedó genial; seguimos bailando y bebiendo y se nos acabó la noche, menos mal que teníamos un autobús para ir a Vejer, allí nos recogió mi cuñada y nos llevó a un hotel que nos habían regalado los primos de mi mujer, una idea también muy buena, ya que no tenemos vivienda aquí en España, porque residimos en el extranjero.