La boda de Gloria y Carmen en Albacete, Albacete

El día de nuestra boda

Tras nervios de días atrás, ese día me desperté tranquila y en calma. Como con la sensación de que iba a vivir algo increíble, como así finalmente fue. Desde que abrí los ojos hasta el final de la noche no pude parar de disfrutar y sonreír ni un momento. Todo fue mágico y especial.

El tiempo amenazaba con oscurecernos la tarde, y aunque tuvimos que recurrir al plan B y celebrar la ceremonia y el cóctel en otros sitios distintos al inicial, la verdad es que no se deslució nada, gracias al trabajo y dedicación de mi familia, que estuvieron ahí ocupándose de todos los detalles y decoración... Y bueno... La peluquera se retrasó y también el maquillaje y las fotos y todo lo demás, así que no hubo ni un minuto para relajarse. Pero es verdad que el retraso tampoco se hizo evidente, a pesar de las prisas y los nervios.

El momento más especial sin duda fue la ceremonia y la lectura de mis hermanos, que nos hicieron reír y llorar a todos los presentes a partes iguales. El resto del día... Mágico. De cuento. La gente estaba feliz y eso nos transmitían. Todos quedaron encantados, intentamos recrearnos en los detalles a cada invitado y lograr así que fuera nuestra boda, no una más que la gente no recuerde con el tiempo... Y creo que lo conseguimos. Vividlo, vividlo... Que es sólo un suspiro de momento y se llena el alma de cosas buenas. Volvería a repetirlo una y mil veces.