La boda de Daniel y Julia en Barbastro, Huesca

Pronto nos decidimos por la bodega Sommos, esperando que nos hiciese un día fantástico que nos permitiese disfrutar de los fantásticos paisajes exteriores (y así fue). Ellos nos ayudaron con toda la organización de la ceremonia y el banquete, así como de la fiesta de pre-boda el día de antes. Los invitados también estaban alojados en un hotel gestionado por ellos, así que no nos tuvimos que preocupar por nada (o por pocas cosas).

Cuando me puse a mirar vestidos de novia, sin querer acabé mirando Rosa Clarà (que estaba totalmente fuera de mi presupuesto), y terminé enamorándome de un vestido precioso que no me podía permitir... afortunadamente, leyendo los comentario en el foro del vestido de bodas.net encontré una chica dispuesta a venderlo que tenía una talla similar a la mía, y contacté con ella. Me propuso un precio que entraba en mi presupuesto y me lo envió por correo. Todo fue genial, me lo pudieron arreglar y quedó perfecto (sólo tuve que recortar un poco los tacones). Os recomiendo que reviséis las conversaciones en los foros de los vestidos y que preguntéis sin miedo, podéis tener suerte y ahorraros una pasta (después de todo, podéis estar seguras de que sólo ha sido usado una vez)

Dani por su parte no quiso dar muchas vueltas y fue directo al corte inglés. Poco puedo decir de eso salvo que si no os gustan los chalecos muy extravagantes, la solución es Hugo Boss.

Y desde aquí hasta la boda poco más. Como la boda coincidía con las vacaciones de Navidad aproveché para pasar las 2 semanas anteriores a la boda en casa y terminar de arreglar temas (los regalitos para los invitados, la página web, las reservas de hoteles, la disposición de las mesas…) Mi hermana me ayudó mucho con la dinamización de la boda: escribió pruebas para cada mesa que debían llevar a cabo durante la ceremonia (cantar algo, hacerse una foto con alguien, bailar con el novio, conseguir corbatas, algún juego de beber…) fue muy divertido, hizo que las mesas interactuasen y como nosotros no sabíamos nada también nos iba sorprendiendo, además de los típicos juegos con los regalos… pero no voy a adelantar acontecimientos.

El día de antes de la boda celebramos una cena en el mismo hotel donde se habían alojado la mayor parte de los invitados (Gran Hotel Ciudad de Barbastro). Pensamos en una cena no muy pesada ya que al día siguiente íbamos a comer mucho, algo de picoteo, y pusimos un karaoke, lo cual (junto con el vino) hizo que la gente se animase y se lo pasase muy bien. Las familias terminaron de conocerse y pasamos un buen rato, fue realmente divertido, aunque desgraciadamente ni yo ni Dani pudimos quedarnos hasta el final: nos pusimos como tope las 12, aunque realmente esa noche (lo cual es casi un cliché) no pegué ojo.

Tuvimos una suerte increíble con el tiempo: no subió de los 13ºC. Un sol radiante… un día increíble para ser 9 de enero. Sopló un poco de viento, lo cual hizo que no pudiésemos grabar algún que otro plano con un drone como queríamos, pero eso no nos preocupaba demasiado. Hicimos unas cuantas fotos y fuimos a comer. Y a partir de allí, ya sin nervios, todo perfecto. Un día inolvidable.