En mitad de la Sierra de Guadarrama, al norte del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, se alza a 1.100 metros de altitud el pequeño pueblo de Rascafría. Su asentamiento en el imponente Valle del Lozoya le dota de un entorno incomparable plagado de paisajes únicos y una naturaleza exuberante.
Asimismo, en su núcleo poblacional se concentra un importante patrimonio artístico y cultural que marca la identidad de esta localidad. La plaza de los Trastámaras, cuyo nombre mantiene una estrecha relación con la dinastía de los Reyes Católicos Isabel y Fernando, es una de las piezas clave dentro de esta riqueza arquitectónica, que se completa con otras edificaciones como el actual ayuntamiento municipal o la Parroquia de San Andrés Apóstol.
Más allá de su centro histórico, el monasterio de Santa Maria del Paular, el Puente del Perdón o el Antiguo Molino de papel de Los Batanes son otros de los puntos más emblemáticos que os harán sucumbir a su encanto.
Todo este contexto está bañado por un aire rural que impregna cada rincón de esta región, incluidas las distintas fincas que alberga este territorio. A la sombra del Pico de Peñalara, y bajo el refugio del Bosque Finlandés de Rascafría, elegantes enclaves erigidos con delicadeza en mitad de cuidados jardines verdes son, sin duda, una opción inmejorable para vuestra esperada boda. La calma que rodea estas edificaciones y la magia que sume a las mismas en un clima de fantasía son motivos más que suficientes para apostar por ellas para un día tan especial como el de vuestro enlace.